Sin Duda, El Mejor

Gracias estimados lectores por esperar mi regreso. Después de poco más de un año de ausencia por una justificada razón –no excusa–, aquí estoy para seguir emitiendo comentarios, información y en espera de su retroalimentación.

Ha sido un año de muchos y grandes acontecimientos, pero en esta ocasión hay que hacer mención a quien honor merece. A un jugador que a pulso se ha ganado el título del mejor de la historia.

En su vitrina ya puede presumir que están los 4 trofeos representativos de los 4 torneos más importantes del tenis mundial. Sí, otros 5 hombres han logrado esta hazaña, pero ninguno además tiene su nombre escrito al inicio de la lista de mayor número de títulos de Grand Slam. Roger Federer sí.

Desde su dominio en el tenis en los recientes años, las comparaciones han sido inevitables. ¿Es el mejor de historia? ¿Ganará los 4 títulos más preciados del tenis? ¿Alcanzará a Pete Sampras con 14 trofeos de Grand Slam?

El pasado 7 de junio, respondió éstas y muchas más preguntas. No sólo alcanzó a Pete Sampras con lo que sin duda se adjudica la frase del mejor de la historia, pues Sampras, en su carrera no logró avanzar más de Semifinales en Roland Garros. Aunque Federer no lo ganara en su carrera, al menos tenía a su favor que había estado presente en tres finales de este certamen.

Pero llegó el día de cargar ese preciado trofeo. Y ahora, en sus manos está el alcanzar el número 15, pues Wimbledon (torneo que ha ganado en 5 ocasiones y en el que ha estado presente en las últimas 6 finales) está a la vuelta de la esquina.

Su tenis es mágico. Tiene todos los tiros y los puede realizar con una precisión inigualable. Además de ser capaz de ejecutarlos en momentos de mucha presión. Sus golpes son tan naturales que parece que no le cuesta trabajo realizarlos.

Su conducta deportiva es la de un caballero. Si bien al inicio de su carrera era un niño rebelde y corajudo, ha logrado forjar su carácter para ser un digno rival y merecer el respeto que él mismo muestra a sus contrincantes.

Sus movimientos para cubrir la cancha son perfectos. Domina los ángulos, desde que pega y sabe a donde tiró, recupera terreno sin correr de más. Tiene una capacidad de lectura del rival envidiable, que le permite anticipar y llegar mejor parado.

Tiene un saque fuerte y colocado que lo puede sacar de apuros fácilmente. Su condición física es implacable, nunca parece estar cansado. Su concentración siempre está en la cancha. Su fortaleza mental, es la que lo ha mantenido arriba, aún en momentos de crisis en su carrera.

Falla, claro, es humano. Pero es lo más cercano a la perfección para los que conocemos de tenis. Es atlético, estratégico, técnico, talentoso. Objetivos claros, metas alcanzables.

Su siguiente reto: recuperar la corona de Wimbledon, que está a pocos días de iniciar. Sin duda será un torneo que no debe perderse de vista. Hay muchos factores que le están poniendo un sabor muy particular.

Federer, al ganar Roland Garros ha recuperado la confianza que por algunos meses se le escapó. Wimbledon es su territorio y lo quiere conquistar de nuevo.

Nadal es el actual campeón y no cederá terreno fácilmente. Aunque es cuestionada su salud, él asegura que estará al 100 para defender su título. Y haber perdido en Francia sólo lo hace desear más este trofeo.

Andy Murray, la esperanza británica, acaba de conquistar el torneo de Queens que sirve de preparación para el único Grand Slam que se disputa en césped.

Novak Djokovic quiere demostrar que no es hombre de sólo un Slam, ha tenido algo de inconsistencia pero no se puede descartar como contendiente al título.

Wimbledon acaba de inaugurar su nueva cancha central. El escenario está listo. El mejor de la historia, también. El camino no será fácil. El 5 de julio conoceremos al campeón. ¿Cuál será la historia? Habrá que ver…