Una Historia Que Contar…

Boston. Terminó la maldición. El júbilo de un campeonato volvió a hacer vibrar a la ciudad después de 86 años. Y no fue un campeonato cualquiera, se siente que vale más por su histórico recorrido hacia la victoria.

Nadie nunca en la historia del béisbol había si quiera empatado una serie de campeonato de liga tras ir perdiendo la serie 3-0. Por supuesto que mucho menos, alguien había ganado cuatro juegos seguidos para ganar la serie 4-3. Y hasta este año, era impensable que el equipo que lo hiciera fuera Boston, y aún más impensable, que la víctima fueran los legendarios Yankees de Nueva York.

Pero la historia ya está escrita. Sucedió y Boston logró lo que parecía “imposible”. Los Yankees no pudieron detener el ataque, fueron sorprendidos y cuando quisieron contraatacar, Boston no se los permitió. Estos archirivales dieron una cátedra de pitcheo, de bateo y de emoción.

Veamos un poco de historia, para conocer realmente el significado y el valor de este campeonato tanto para la institución, como para los jugadores y para la afición, que nunca perdió la fe y los apoyó hasta el final.

En 1918, Boston gana la serie mundial venciendo a los Cachorros de Chicago. Esto, gracias al poderío de Babe Ruth, su estrella. En 1920, venden a Ruth a los Yankees, dando inicio a la maldición…

De 1920 a 1934 que estuvo Babe Ruth con los neoyorquinos, llegaron 7 veces a la serie mundial, obteniendo 4 títulos de campeonato. Mientras que Boston, durante estas 15 temporadas, tuvo récord perdedor en 14 de ellas.

Terminó la carrera de Ruth, pero la maldición siguió persiguiendo a Boston. De 1946 a la fecha, han estado presentes en 11 postemporadas. Llegando solamente 5 veces a la serie mundial. Las cuatro anteriores habían sido derrotados, dos veces por San Luis, una por Cincinnati y la otra por los Mets de Nueva York.

Este 2004, haber pasado a playoffs representaba una nueva esperanza. Esperanza que gracias a los Yankees agonizaba lentamente, al grado de tenerlos entre la espada y la pared. No había margen de error, una derrota significaría el fin de la temporada.

Boston tenía que demostrar que nuevamente podía ser un equipo protagonista, uno de los grandes. ¡Y de qué manera lo logró!

Su afición se los agradeció en grande, tal y como ellos se comportaron frente a los Yankees y frente a un San Luis al cual aniquilaron totalmente.

En el “desfile de la victoria” (victory parade) que hicieron por la ciudad, un recorrido de 7 millas, el equipo de las Medias Rojas fue aplaudido por aproximadamente 3.2 millones de personas, que aguantaron lluvia, frío y tumultos con tal de estar con los héroes que después de 86 años trajeron el campeonato de vuelta a la ciudad.

Es un año memorable para Boston, no cualquiera tiene y aprovecha la oportunidad de minimizar a los históricos y fantásticos Yankees.

Misión cumplida por los jugadores: un campeonato.

Misión cumplida por la afición: apoyo incondicional.

Ahora falta que los directivos cumplan su misión: 18 de sus jugadores serán agentes libres el próximo año, de los cuales 10 formaron parte del róster en la Serie Mundial.

¿Qué sigue en la historia de Boston? Es difícil pronosticarlo, pero por lo pronto: gracias a las Medias Rojas por un inolvidable otoño, lleno de emoción e historia…