Maratónica Causa
El evento… Nike Women’s Marathon el 22 de octubre de 2006. Enfocado a mujeres, este maratón tiene cupo para 15 mil participantes. No cierran las puertas a los varones, pero sí especifican que los detalles están pensados en el sexo femenino.
Las distancias… en este evento, hay la posibilidad de caminar o correr, el medio o maratón completo.
La causa… recaudar fondos para Leukemia and Lymphoma Society. Más de 16 millones fue la suma acumulada. La gente corre o camina porque es sobreviviente, o por alguien que murió, o por alguien quien lo inspiró, por el espíritu de lucha de un enfermo. Fueron 26.2 millas de constante reflexión, admiración y emoción.
La ruta… en la bella ciudad de San Francisco se efectuó este bien organizado evento. La salida era por Niketown, en pleno Union Square. Corrimos por la calle Embarcadero donde se encuentran todos los muelles, y al fondo el Golden Gate Bridge y claramente una vista de Alcatraz. Luego cruzamos algunas colonias y parques para llegar al Golden Gate Park, para posteriormente tomar una carretera por la costa, con vista al mar.
El clima… San Francisco se caracteriza por su nubosidad a tempranas horas del día. El disparo de salida fue en punto de las 7 am, por lo que abajo del puente Golden Gate, había una capa de nubes que no permitía ver el espacio entre el puente y el agua. Una imagen que ha quedado fotografiada en mi memoria. Había unos 15 grados y mucha nubosidad, por lo que había momentos en los que se sentía un poco más el frío, sobre todo en los parques con mucha vegetación.
Las primeras 5 millas… platicando con mi cuñada y compañera durante todo el trayecto, íbamos platicando, disfrutando los paisajes, charlando con otra gente, simplemente disfrutando el momento. Al mismo tiempo, calentábamos músculos y nos concentrábamos en agarrar un ritmo. Todo era alegría.
De la milla 5 a la 10… buscaba ir reforzando y administrando un poco mi energía. Sabía que las subidas y la parte más difícil del recorrido estaba a punto de venir, veía como gente se detenía a caminar, yo no quería ser de esas, me había preparado para terminar el recorrido corriendo.
De la milla 10 a la 15… pensaba, estoy por llegar a la mitad (milla 13), me motivaba pensar “ya sólo falta la mitad del recorrido”. Finalmente vi esta milla, y quise dejarla atrás, para saber que ya estaba más cerca del final que de donde todo había comenzado.
La milla del pedicure… pensando en el cuidado que las mujeres prestan a sus pies, en la milla 13 había vaselina, calcetines nuevos, masajistas y un sin fin de productos que podías necesitar considerando el kilometraje recorrido.
De la milla 15 a la 20… aquí ya estaba pensando que cuando llegara a la milla 20, sólo me faltaría un 10K que es la distancia típica de las carreras en las que participo los domingos en Monterrey. Ése era mi driver. Empecé a sentir un poco de desesperación, pues las millas sentía que cada vez estaban más lejos una de la otra, pero había que ser paciente, y ver el reloj para darme cuenta que seguía con mi ritmo y estaba cada vez más cerca de la meta.
Después de la milla 20… es una lucha contra tu mente. Tu cuerpo está agotado, sólo quieres descansar aunque sea un ratito, pero detenerte, no está en los planes y más porque volver a arrancar y agarrar ritmo es más difícil entre más cansado esté tu cuerpo.
La milla del chocolate… la milla 22 se caracterizó por su abastecimiento calórico en chocolates, no en Gatorade o alguna barra energética.
La milla Nike +… en la milla 23, había un stand de Nike para que las corredoras pudieran probar unos tenis Nike + junto con una Ipod Nano. Había que registrarse un día antes, y no había tenis para todas. Podías elegir entre 4 modelos diferentes. La idea era correr los últimos 5 kilómetros con los tenis nuevos y la música. Al final, los tenis te los podías quedar, aunque había que regresar la Nano. En caso de que no tuvieras a quien entregarle tus tenis “viejitos” en esa milla, Nike se encargaría de donarlos.
El .2… pasé la milla 23, donde cambié mis tenis por unos nuevos. Luego dejé atrás el letrero de la milla 24. Sólo 2 más, pensé. Y luego vi la 25. 10 minutos después vi la 26. ¡Ya llegué! No. Me falta el. 2, pero ya veía la meta.
La meta… por si ver la meta no fuera motivación suficiente después de 26.2 millas corriendo, la joyería Tiffany es la encargada de entregar (además de producir) las medallas a las participantes que terminan. Bomberos de la ciudad, vestidos en “tuxedo”, esperan a las corredoras en la meta para entregarles a cada una, la tradicional cajita azul con su moño blanco perfectamente hecho, detalle característico de la joyería.
La porra… a lo largo del recorrido había mucha gente, familias enteras, hombres, mujeres, niños, apoyando a las mujeres valientes que enfrentaron el reto de recorrer 13.1 ó 26.2 millas. Igual que las corredoras, esta gente a veces con lágrimas en los ojos, apoyaba a sus familiares, o sobrevivientes o a quien corría en memoria de aquel ser querido que se fue víctima de alguna de estas enfermedades.
La experiencia… sin duda tendré que repetir sentir esa vibra y esa fortaleza de gente que ha sufrido una pérdida por alguna de estas enfermedades y que mejor que en algo tan saludable como un maratón. Fue muy emocionante ver la inspiración de la gente: “I run for my husband”, “In memory of my daughter”…
Las otras corredoras… unas a otras se inspiran, se motivan, se alientan a seguir adelante, se apoyan. Todas corremos inspiradas por la misma causa, nos unimos para combatir la enfermedad y al mismo tiempo para ser fuente de inspiración para otras.
Run for… cada milla, una frase inspiradora. “Run for sisterhood”, “Run for great legs”, “Run for fun”, “Run for inspiration”, “Run for health”, “Run for those who can’t”. “Run, run, run”…
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